Publicado: 05 Dec 2012 7:03 amTítulo del mensaje: 11754
La vela estaba casi consumida cuando Fab regreso a su habitacion, llevaba dias sin lograr dormir bien. Escribio con su pluma algo en una hoja y luego se levanto. Se dirigio a cerrar su ventana aquella noche fria y oscura, y entonces por un momento el viento se detuvo, y pudo escuchar un sonido casi imperceptible, muy a lo lejos. El llanto de una mujer. Tomando un viejo sable colgado en la pared, que alguna vez fue propiedad de su padre, lo puso en su cinturon y salio del calor de su casa a buscar la fuente del llanto.
La luna llena iluminaba los grandes prados propiedad heredada de sus antiguos ancestros. Fabian cerro sus ojos y se concentro en el sonido. Corrio por el viejo camino de tierra buscando a la mujer. Despues de varios metros y estando a una distancia considerable de su casa, llego hasta una terreno vacio. Solo habia pasto corto. Ningun arbol o monton de paja donde esconderse. Se veian las sombras de arboles a lo lejos, que parecian gigantes seres monstruosos observando desde lejos. No ayudaba que dos estrellas brillantes se posicionaran detras de uno de esos arboles, dando la ilusion de que de verdad tenia ojos. Aunque no habia nadie, Fab estaba seguro de que el sonido debia haber venido de aqui. De pronto, volvio a escuchar el llanto. Esta vez, venia desde el bosque. Fab se armo de valor y partio al bosque.
Fab recordo subitamente un recuerdo de su niñez. Mas antiguo que cualquiera que pudiera nombrar. El mismo, de niño, es tirado del brazo por su madre un dia de verano. Se alejan del bosque. Su madre le advierte que se aleje de ese bosque. El mira atras una ultima vez, y ve unas sombras al interior del bosque que pareciera que lo miraran.
Fabian se detuvo un momento y dudo si seguir, pero al escuchar el llanto aun mas fuerte, apreto la funda de su sable, miro a las estrellas y se adentro en el bosque. En el bosque Ivirnis.
La luna que hasta entonces habia iluminado su camino, era incapaz de atravesar totalmente la frondosa vegetacion del bosque Ivirnis. Con solo un poco de luz, Fab caminaba con preocupacion de no tropezar con algo mientras seguia el sonido del llanto. Pronto, se encontro cerca de la fuente del sonido, pero cuando se acerco el llanto ceso. Se detuvo un momento, tratando de entender que paso, y luego el sonido volvio, tan lejos como se escucho la primera vez.
Entonces Fab comprendio que sucedia. Una vieja leyenda contada en los alrededores. Y el fue lo suficientemente tonto para caer. Se dio la vuelta y se dispuso a correr a su casa, pero al darse la vuelta solo vio oscuridad. No la oscuridad con la que se habia encontrado hasta entonces. Esta era demasiado profunda. Trato de atravesarla de todas formas, pero un miedo le impedia hacer eso. Miro hacia los lados, pero era lo mismo. Ahora solo habia una direccion que seguir. Fab rezo hasta a los dioses en que no creia para que lo ayudaran y se adentro aun mas en el bosque, esperando lo peor.
Sintio que camino una eternidad, por un camino rodeado por una infinita oscuridad, y el llanto, era cada vez mas cerca. Con cada paso, el corazon se le aceleraba mas y mas a Fab. Y entonces distinguio algo al frente. Un lugar mas iluminado. Cuando llego, encontro un espacio abierto con una casa abandonada, dentro de la cual se escuchaba el llanto. Se quedo a unos pasos de la casa y luego miro atras. El lugar por donde vino habia sido cubierto por aquella oscuridad. Sin ninguna otra opcion, golpeo temblorosamente la puerta de la casa.
El llanto ceso, y hubo un silencio en el ambiente. Un horrible silencio. Fab podia escuchar sus rapidos latidos. Despues de un eterno momento, Fab escucho unos pasos acercandose hacia la puerta, y que se detuvieron frente a ella. Otro silencio. La madera crujio y luego una voz femenina pregunto.
-¿Quien es?
Fab se mantuvo en silencio, inseguro de si hablar o no.
-¿Hay alguien alli afuera? -dijo la voz- Por favor... hableme...
-S-Si -respondio Fab, esperando que alguno de los dioses a los que rezo de verdad exista.
La puerta crujio y se abrio un poco. Distinguio una silueta adentro. Fab miro la silueta y esta lo miro a el por un momento. Y luego la puerta se abrio. Una mujer palida y flaca, de cabello largo y con las pupilas muy dilatadas por la oscuridad, emergio de la casa.
-Una persona... al fin.
Pero Fab no la esucho. Fue tanto el susto que se desmayo ahi mismo.
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Eso es lo que pasa Croft cuando me das la mitad de una oracion y me dices que haga el resto. _________________
Cuando se despertó se encontraba mareado y desorientado, tardo unos segundos en comprender que pasaba, Fab giro y cayo de la cama en la que se encontraba, sintió un dolor en la parte de atrás de la cabeza.
Se levantó lentamente y miro a su alrededor, se encontraba en una habitación, no más des de cuatro metros de larga, una vela dentro de una pequeña lámpara era todo lo que ilumina la habitación, había una ventana en donde nada más veía oscuridad.
Se sentó en la cama y volvió a sentir el dolor, al tocarse sintió algo húmedo, se dio cuenta de que era sangre al mirarse la mano. La habitación no tenía nada mas además de su cama y la lámpara en la pared, trato de recordar donde se encontraba, pero no comprendía como había llegado ahí.
Recordó a la mujer, recordó el llanto y la cabaña.
<¿Estoy dentro de la cabaña?> Se preguntó.
Se levantaba de nuevo de la cama cuando la única puerta de la habitación se abrió, una mujer pálida y de cabello oscuro salió de la oscuridad, tenía un vestido gris con manchas oscuras cerca de los pies, que estaban descalzos.
Te has levantado, ya era hora.
¿Qué- dónde estoy?
Te golpeaste la cabeza al caer, sangraste un poco, pero ya sanara.
La mujer se volteo y salió de la habitación mientras le hacía una seña para que la siguiera.
¡Espera! Dijo fab, mientras se levantaba para seguirla.
Afuera de la habitación podía ver una pequeña sala con dos sillas y una mesa de madera, una ventana al lado de una puerta daba al exterior, aun estaba algo oscuro. Habían una escaleras viejas que debían llevar a una segunda planta, y una alfombra de lana al pie de la puerta, llena de lodo a pesar de que no había llovido al llegar.
Es una lastima que no pudiésemos hablar, Fab.
¿Quien eres? La mujer se encontraba mirando por una ventana al otro lado de la habitación, una vela en la mano.
Eso no importa ahora, Fab debes ayudarme, ayudarnos a todos.
¿De que hablas, como sabes mi nombre?
Si no te hubieras desmayado, hubiéramos tenido tiempo, pero ahora Dio un suspiro y se acerco a Fab No hay tiempo, ya casi amanecerá Fab, debes ayudarnos, debes empezar ahora.
¿Empezar que? Explícame que sucede acá.
Debes partir ahora, ya casi sale el sol Empujo a fab suavemente hacia la puerta.Anda.
Fab salió de la casa y hacia el espacio abierto en el bosque, la mujer se quedó mirándolo desde la entrada de la casa.
Toma, es peligroso ahí afuera Le lanzo un objeto largo que cayó a los pies de Fab, una espada al verla más de cerca.
Fab la cogió del suelo, el mango era de madera pulida y pintada, tenía enroscada una especie de serpiente de hierro, fab jamás había visto algo tan detallado en su vida, la hoja era algo diferente, brillaba con la luz de la luna, pero además parecía que tuviera su luz propia, solo con verla sabía que estaba afilada, en todos sus años y visitas a la ciudad, jamás había visto algo tan cuidado y trabajado.
En el suelo se encontraba la vaina de la espada, era de cuero endurecido y tenía una anillo de plata en la garganta de la vaina, una figura grabada en el cuero parecía una serpiente, o un dragón. Y al final tenía una protección de hierro para no abrirse con la espada.
La espada empezó a brillar naranja, entonces Fab se fio cuenta de que amanecía <¿Cuánto tiempo llevo acá?> La luz del sol entraba directo al claro dentro del bosque, al mirar al frente se dio cuenta que la casa no estaba.
Estaba solo de nuevo, guardo la espada en su vaina la cual tenia un gancho para ponérsela en la cintura, miro hacia el cielo y respiro. Sabia lo que tenia que hacer, no sabia porque lo sabia, pero debía ir a la vieja torre, se encontraba a un día del pueblo mas cercano, y la torre se encontraba a tal vez una semana de viaje si no detenía por nada.
Sin aun decidir porque, empezó a caminar hacia Craster, el pueblo donde nació, y de donde partiría a la vieja torre.
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Una vez en Craster, se abasteceria de recursos para seguir su viaje hacia la Torre de Autumnus.
Lo que sea que la mujer hubiera querido decirle, Fab sentia que algunas de sus preguntas serian respondidas alla. Y que no seria la ultima vez que se encontraria con ella.
Entre la frondosa vegetacion, Fab pudo ver la salida del bosque. El sol golpeo fuerte en su cara al salir, y le tomo un momento acostumbrarse. Miro de vuelta al bosque y vio a las mismas sombras que cuando era niño. Solo que ahora no parecian sombras malevolas. Parecian, mas bien, como si quisieran su ayuda. Fab se dio la vuelta y partio a su casa.
--Mientras tanto, a varios kilometros de distancia--
Croft se dirigia a la libreria apresuradamente, con un antiguo libro de historia en mano. A lo lejos, se levantaba por entre los demas edificios, una gran cupula rojiza, cuya altura era solo superada por la punta de la Basilica de St. Saens, de la cual la libreria homonima era una extension.
Croft saludo a los guardias suizos mientras entraba a la libreria. Atraveso el enorme salon y se dirigio a las escaleras, pero el Obispo Andrea se interpuso en su camino.
-Eh, hola Andrea -dijo Croft
-He recibido la respuesta a la carta que le envie al Papa hace dos semanas. -dijo Andrea con un tono serio, ignorando el saludo de Croft- Basta decir que no esta para nada contento.
-Podrias haberte ahorrado el problema y no contarle.
-Es parte de mi obligacion Croft. El Papa ha ordenado que ceses tu estudio.
-¿Con motivo de que?
-Usar la Libreria de St. Saens para estudiar temas prohibidos. Mas que herejia, brujeria.
-¿Y que va a hacer? ¿Va a quemarme en la hoguera diga lo que diga?
-Aun puedes salvarte... -alcanzo a decir antes de ser interrumpido por Croft.
-No me importa. Para mi esto es mas importante que las amenazas de un sujeto que se cree que tiene el poder maximo solo por tener el sombrero mas grande.
-Realmente no entiendes Croft. Te estas metiendo en temas prohibidos, que incluso van contra la naturaleza. Todas las hadas murieron por una razon...
-No murieron. Fueron desvanecidas...
-Eso es irrelevante. Croft, esto es serio. He hecho lo posible por ayudarte pero me temo que nuestra amistad solo puede llegar hasta aqui. Deja esa blasfema investigacion y continua con tu vida. No puedes ponerte en peligro a ti y quizas a quien mas solo por un deseo.
-. . .
-. . .
-¿Me pasas las llaves del Archivum?
-¿Me has estado escuchando siquiera?
-Si, lo he hecho. Quizas tienes algo de razon... Solo quiero las llaves para devolver este libro -Croft se lo mostro a Andrea para que lo viera de cerca.
-"Historia Pre-Babilonica" -leyo el obispo- Je, me recuerdo ese libro casi de memoria.
-Habla mucho sobre leyendas...
-Lo se. Estudiar de el es casi un requisito aca. Ven, te llevare al Archivum.
-Rayos... -murmuro en voz baja.
-¿Uh?
-Nada.
Croft siguio al obispo por las escaleras hasta llegar al cuarto piso y ultimo piso de la libreria. Alli, dejas de una enorme puerta de metal, se encontraba el Archivum, una seccion de la libreria a la que solo los que son "dignos de entrar" pueden... entrar. El obispo introdujo la llave en una enorme cerradura y dio una vuelta a la izquierda, dos a la derecha y dos a la izquierda. Se escucho un ruido metalico desde la cerradura y luego el obispo, con algo de esfuerzo, movio la puerta de metal.
Adentro estaba bien iluminado comparado con los otros pisos en la biblioteca, puesto que por el techo tenia un vidrio por el cual podia pasar la luz. Filas y filas de estantes con libros se extendian hasta el final del salon, sin ninguna otra alma a la vista. En este salon y piso era donde se guardaban los documentos mas importantes de la libreria, desde el mas antiguo manuscrito de las santas escrituras hasta libros cuyo contenido contradecia las creencias de la Iglesia. Aqui solo los mas altos cargos podian entrar libremente. Ellos y a quienes estimaran dignos de entrar. Croft era una de esas personas.
El obispo acompaño a Croft hasta un estante a mitad del salon. En el camino, Croft vio de pasada un libro en un estante. Un titulo que llamo su atencion, y que identifico como el libro que habia estado buscando. El corazon le salto apenas lo vio. Miro al obispo, que noto su gran asombro.
-¿Pasa algo Croft?
-No, no... nada.
Croft rapidamente tramo un plan para sacar ese libro hasta que llegaron a otro estante.
-Bien, deja el libro.
Croft dejo el libro de historia en el espacio que quedo cuando lo saco. El obispo sonrio y se fue junto con Croft a la salida de la sala. Croft se fue un poco atras del obispo y cuando paso por el estante, saco aquel libro que llamo su atencion, lo escondio bajo su ropa, y luego continuo.
Bajaron juntos hasta la entrada de la libreria. Croft caminaba con cuidado y con las manos al frente, para no dejar caer el libro.
Una vez en la salida, a una buena distancia de los guardias, el obispo se giro hacia el.
-Eso Croft es lo mejor que podrias haber hecho. Siento que se me ha ido un peso de encima.
-Pienso lo mismo Andrea.
-Hablando de peso... te ves un poco mas gordito.
-¿Yo? Es que he comido bien estos ultimos dias.
-Pero solo te ha crecido el estomago... dejame ver.
-¿Eh? ¿Que rayos ha--? -Andrea le levanto los brazos a Croft, y cayo un libro de su ropa.
El obispo solto a Croft y tomo el libro
-¿El "Codex Feiry"? ¿Croft... que planeas...?
-Lo siento Andrea. -Y antes de algo mas, Croft le dio una patada en la entrepierna a Andrea y corrio con el libro.
Los guardias de inmediato sacaron sus espadas y persiguieron a Croft. El sabia que los guardias eran muy rapidos, pero el conocia todo el alrededor. Cada pasaje angosto y pequeño. Croft logro perderlos y llego de vuelta a su casa. Sabiendo que los guardias vendrian aca pronto, Croft rapidamente metio el libro en un bolso y se monto en su caballo. Sin perder mas tiempo, abandono todas sus posesiones y lo que fue su hogar desde que nacio. Pero eso no importaba ahora. Tenia el libro que tanto necesitaba. Todo este tiempo habia estado buscando ese libro, pero el Archivum no tiene registrado en su lista algunos de los libros mas oscuros, por lo que la existencia de estos solo siendo conocida por pocos, si es que.
De hecho, su investigacion era solo para tratar de encontrar en otros lados la misma informacion del libro. Pero ahora, con este en su posesion, ya no necesitaba nada mas que leerlo y poner en practica su contenido. ¿Por que no lo habra encontrado antes, siendo que pasaba por ahi casi todos los dias? Eso no importaba ahora.
Se detuvo un momento y miro atras, a lo lejos, su ex-casa. Habian varios caballos de la Guardia Suiza alli. Croft sonrio y saco el libro, le hecharia una mirada rapida, para apreciar su tesoro, despues lo leeria con detencion.
Pero cuando vio la primera pagina... se dio cuenta de un detalle con el que no contaba.
El Codex Feiry estaba en un idioma desconocido. Croft no podia leerlo.
-Oh santa mie-- -alcanzo a decir Croft antes de levantar la vista y ver a varios caballos de la guardia corriendo hacia el del otro lado de la calle.
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Ahora empezare a agregar un monton de cosas raras que nadie entienda a la historia. Es mas, si pasa de la segunda pagina, lo considerare un logro ºLº _________________
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Ultima edición por Fabulous Cereal el 08 Dec 2012 12:45 am; editado 1 vez
Había empezado llover una hora después de salir de la ciudad y desde entonces no paraba, el camino no era mas que lodo y le preocupaba que el libro se mojase, a pesar de estar guardado en su mochila y con varias cubiertas de ropa sobre el.
Cuando los guardias de la librería lo empezaron a perseguir, fue fácil perderlos en el caos de la ciudad, había salido por la puerta sur de Bahía Blanca, la ciudad en la que había vivido casi toda su vida, había llegado ahí cuando tenia ocho años para estudiar en la Gran academia, cuando su padre, un señor menor de unas cuantas tierras, lo envió para que se convirtiera en un maestro de alguna ciencia, a pesar de solo tener ocho años Croft ya sabia que lo habían enviado para evitar problemas con la herencia, ya que su hermano menor, según las leyes, debía ser el heredo las tierras de su padre, el hecho de ser mayor no significaba nada cuando se era un bastardo, su padre cansado de las miradas de odio de su esposa hacia su bastardo, lo llevaron a enviarlo lejos de casa y esperar que no volviera jamás.
Los guardias en la puerta ni le prestaron atención al salir, una vez afuera fue donde entro en duda, no sabia a donde ir, no había salido de Bahía Blanca desde que entro, sabia claramente donde y como se llamaba cada pueblo, pero seguía sin saber a donde ir, debía leer el libro, pero era un idioma que no logro reconocer al verlo en la ciudad.
Había decidido seguir el camino hacia el sur, hasta llegar a Aguas Rojas, un pueblo a tres días de Bahía blanca, esperaba encontrar un barco que lo llevara a Antosh, la ciudad donde se encontraba la Gran biblioteca, el lugar mas avanzado en estudios y avances de cualquier arte o tecnología además de tener la biblioteca mas grande del mundo, esperaba encontrar a alguien que le dijera que era aquel idioma y mas, esperaba encontrar quien lo ayudara en su investigación.
Pero no tenia mas que su túnica, una camisa y pantalones de lino en su mochila junto al libro, unas cuantas monedas que no le alcanzarían ni para pagar la posada mas mugrienta de cualquier lugar y un viejo mapa de los terrenos cercanos a Bahía blanca, tal vez podría vender el caballo para pagarse un pasaje en el algún barco hacia Antosh, pero lo cierto era que debía comer y dormir hasta llegar ahí.
La lluvia había empeorado y la noche se acercaba, no había ninguna posada o casa cerca, además no tendría dinero para pagar una habitación, decidió salir del camino y adentrarse en los bosques en busca de algún árbol grande para guardarse, sabia que esa noche pasaría hambre.
Encontró un grupo de arboles que estaban lo suficientemente cerca para protegerlo de la lluvia, amarro el caballo debajo de este y decidió revisar el libro, con la poca luz que quedaba. Logro reconocer el idioma, a pesar de que había aprendido una decena de idiomas en la Gran academia, no podía leerlo, solo conocía algunos símbolos, era antiguo Lyseno de las regiones del norte, olvidado hace siglos, con mas razón debía ir Antosh, alguien debía conocer el idioma.
Decidio buscar comida alrededor, no tenia ni si quiera un puñal para cazar algo, pero tal vez encontrara algunas bayas o frutas, conocía suficiente para no envenenarse así mismo.
Croft se sorprendio al ver dos hombres colgados de los arboles con sogas en el cuello, había visto ciento de cuerpos cerrados y abiertos en la academia, pero se sorprendio igualmente, vestían como campesinos con ropa sencilla, uno tenía un puñal en el pie, al otro le faltaban ambos pies, por la sangre debajo de los cuerpos, se los habían cortado aún vivo.
Un puñal viejo sería mejor que nada y sabia de los peligros de los caminos, lo saco del pie del cuerpo y regreso al árbol, no encontraría comida ahí, se hecho debajo de este y trato de dormir, en menos de una hora seria de noche.
Llevaba todo el día caminando y los pies ya casi no le aguantaban, en la cintura aún tenía la espada en su funda, sabía que debía de estar cerca de Craster, pero ya casi oscurecía de nuevo. Fab había encontrado el camino que llevaba de pueblo en pueblo apenas salió del bosque, y lo siguió en dirección a Craster, había estado ahí un par de veces ese año tratando de vender su madera.
Durante todas las horas de viaje solo tuvo dos encuentros, un sacerdote que iba de pueblo en pueblo predicando su palabra, y un mercader en un carruaje con dos hombres que debían ser sus guardias, le ofreció sus mercancías a Fab, el cual negó rápidamente y siguió su camino.
Al final el sol se ocultó y Fab seguía caminando, pasaron dos horas más antes que viera al pueblo pasar una pequeña colina, el pueblo seguía igual que la última vez que lo visito, Vivió ahí hasta los siete años cuando su hermano, la única familia que le quedaba, hizo la casa en el bosque para entrar al negocio de la madera. Hace años que su hermano había muerto cuando en el camino atacado por unos bandidos, Fab tardo días en encontrar el cuerpo que los habitantes del pueblo habían enterrado lejos del camino, necesitaba verlo para confirma que era su hermano, y si, lo era.
No había guardias ni murallas en Craster, un pequeño pueblo con no más de veinte edificios, camino hasta la vieja posada donde se quedó la última vez, tenía suficiente dinero que había sacado de su casa para pagar un caballo, comida y habitación por varios días, entro a la posada, saludo al dueño que lo reconoció al instante y le rento una habitación.
A la mañana siguiente compraría un caballo y comida para el viaje, debía llegar a la Vieja torre Autumnus, de niño su hermano le conto muchas cosas sobre ese lugar, pero sabía que la mayoría era para asustarlo y hacerlo dormir. Aunque de algo estaba seguro, ese lugar era al que la mujer se refería, y esa espada tenía algo que ver. Ya en su habitación y a la luz de una vela y una antorcha en la pared examino mejor la espada, la serpiente del mango parecía más un dragón que serpiente y el metal reflejaba la luz de la vela como si la absorbiera, la hoja de la espada estaba tan pulida que reflejaba como la superficie de un lago, y el grabado en la funda era la misma criatura en la espada.
Decidió dormir, mañana tendría que salir temprano para comprar las cosas en Craster, y salir en busca de su torre.
Aunque la cama era comoda y la noche silenciosa, Fab una vez mas no pudo dormir bien. Pero ahora se debia a sus preguntas. ¿Quien era esa chica rara? ¿Por que siente que debe ir a la Torre de Autumnus? ¿Que es esa extraña espada que le entrego la chica? ¿Por que era tan diferente a cualquier espada que ha visto? ¿Y que hizo con el sable de su padre?.
Estas preguntas invadian la mente de Fab, pero pronto se dio cuenta de la futilidad de intentar responderlas. Alejo esas preguntas de su mente y trato de dormir.
No habia dormido tan bien en dias.
Croft no podia decir lo mismo. De la comodidad de su hogar en Bahia Blanca paso a un viejo y frio tronco en medio del bosque.
Croft nunca habia dormido tan mal en su vida.
--Palacio de la Guardia Suiza, Bahia Blanca--
Un mensajero llego a la puerta apresuradamente y empezo a golpear.
-Adelante
El mensajero abrio, para encontrarse con el Comandante de la Guardia Suiza, escribiendo unos papeles en su escritorio.
-Mi Señor, traigo noticias de la Biblioteca de la Basilica de St. Saens.
El Comandante dejo de inmediato su pluma y miro directamente al mensajero, el cual sintio su paralizante mirada. Incidentes en la Basilica eran muy poco frecuentes. De hecho, en su historia como comandante, esta era la primera vez que oia uno.
-Habla -dijo con un tono muy serio.
-A-atacaron al obispo Andrea.
-¿Que? ¿Lo han atacado? -dijo el comandante, ya mas preocupado.- ¿Se encuentra bien?
-Si, si, no es nada grave. -el comandante se tranquilizo- Pero el atacante se robo un libro de la biblioteca.
-¿Se robo un libro?. ¿Y eso deberia preocuparme?
-Bueno, pues...
-Vete de vuelta ahora mismo y dile al que te haya enviado que si a la proxima no es informacion importante y urgente voy a destituirlo. -Tomo su pluma y siguio escribiendo.
-No entiende Señor, es un libro del Archivum. -el comandante siguio escribiendo- El obispo insiste en que es un libro muy importante. Creo que es el "Codex Fey".
-¿Codex Fey? -dejo su pluma a un lado y miro directamente al mensajero- ¿El Codex Fey?
-S-si Señor.
El comandante se levanto y se dirigio a la enorme ventana tras el. Miro hacia el infinito durante un momento.
-¿Comandante?
-El Codex Fey...
-¿Que tiene de importante ese libro?
-Mi conocimiento sobre el es muy limitado, pero es una especie de manual de brujeria. El mas peligroso de todos.
-Si es tan peligroso, ¿por que estaba en el Archivum?
-No lo se. Es por eso que voy a hablar con el obispo Andrea para obtener informacion.
-En ese caso ire a avisar su llegada...
-No, tengo otra tarea para ti. Necesito que vayas a buscar a un espia importante.
-¿Espia?
-Para buscar al ladron. Este espia es el mejor en encontrar gente. Nos sera de mucha utilidad.
El Comandante miro una vez mas por la ventana, hacia Bahia Blanca. Y desde su oficina, pudo ver, sobresaliendo entre todos los edificios, la Basilica de St. Saens. Y hacia la izquierda, se podia ver la punta de la Iglesia de Bahia Blanca. Estuvo un momento mirando alla, y luego fue a preparar su carruaje.
--Iglesia de Bahia Blanca--
El carruaje del Comandante atraveso a toda prisa las calles de Bahia Blanca, en direccion a la Basilica. Mientras tanto, el mensajero en su caballo fue a otro lugar. Se dirigio a la Iglesia de Bahia Blanca. Alli, le dijo el comandante, seria donde encontraria al espia.
Las puertas de la Basilica se abrieron. Adentro, se encontraban dos monjes al lado del obispo, que estaba recostado en un banco.
-Lo sentimos, pero la Basilica esta cerrada por ahora. Nuestro obispo...
-Soy el Comandante de la Guardia Suiza Carlos Alhieri. Vengo a hablar con el obispo. -Su voz resono en la camara de la Basilica. El lugar tenia mucho eco.
-Ah, Carlos, viniste. -dijo el obispo Andrea mientras se levantaba, tembloroso.
-No es necesario que te levantes Andrea. Cuidate que no eres como antes.
-Ah, tienes razon. En mis tiempo ya me habria recuparedo de solo una patada.
El Comandante se acerco al obispo. Este les dijo a los monjes que se retiraran, pues debian hablar en privado. Una vez que cerraron la puerta por donde salieron, el obispo empezo a hablar.
-Te tengo malas noticias Carlos. El Codex Fey ha reaparecido.
-¿Estas seguro Andrea, podria haber sido algo...? -fue interrumpido.
-No no Carlos... lo vi con mis propios ojos de cerca. Lo tome y observe su portada. Era el Codex. Si no me lo hubiera quitado de las manos lo habria soltado por el miedo.
-Pero Andrea, ¿como podria haber aparecido en el Archivum? Lo habrian quemado apenas alguien lo viera.
-Me temo que no se mantiene una lista de los documentos del Archivum...
-Pero aun asi.
-Carlos. El hecho de que haya aparecido en el Archivum ya es preocupante por si solo.
-¿Piensas que alguien lo trajo?
-No no, no creo que alguien lo haya traido. Pienso que pudo haber aparecido.
-¿De que hablas Andrea?
-Recuerdo una descripcion de las copias del Codex Fey. Usaban un papel grueso y la portada eran unas letras manuscritas comunes. Pero ese... no... este libro usaba un papel delgado de Biblia y la portada... el estilo de escritura no era comun para esta region, o cualquier cerca o lejos de aqui. Y tenia un dibujo detallado al frente. Un demonio alado. Cada detalle perfecto...
-Entonces ese libro seria... -el comandante callo un momento tratando de asimilar lo que iba a decir.
-El Codex Fey original. El unico libro que la Iglesia no pudo quemar y que ha buscado en secreto por mas de 200 años. Por la naturaleza del libro no me impresiona que haya simplemente aparecido. Si no lo conseguimos pronto, la Iglesia estara en peligro.
-Por todos los santos...
Requiem aeternam dona eis, Domine...
El comandante miro arriba a una pared. Miro al vitral mas grande de la basilica. Mostraba a Santa Maria e Hijo rodeada de 8 angeles y 4 palomas blancas en el cielo, abajo de ellos, los Tres Reyes Magos. Al lado, un vitral mostraba a Jesus en el centro, rodeado de 12 angeles ordenados en un circulo alrededor de el, a la vez rodeados por un circulo mostrando a 12 muertos levantandose de sus tumbas, y abajo, tres angeles tocando las trompetas del Apocalipsis.
-Requiem aeternam dona eis, Domine...
Las puertas de la Iglesia se abrieron, dejando entrar la luz a la oscura habitacion, iluminada solo por un vitral en lo alto, pues cortinas cubrian las ventanas. El mensajero entro lentamente, mientras escuchaba la voz de alguien, una mujer, haciendo eco en las grandes paredes de la iglesia.
-Et lux perpetua luceat eis...
Fue avanzando a pasos cortos, y tomo un momento pasar del brillo del dia a la oscuridad, pero pudo distinguir una figura frente al altar, cantando.
Detras del mensajero, las puertas se cerraron solas por la gravedad. La extraña figura siguio cantando. El mensajero, se acerco.
-Et luz perpetua luceat eis... Amen.
-Disculpe.
La cubierta figura dejo de cantar, pero su eco se mantuvo unos segundos mas. Se dio vuelta hacia el mensajero. Era una mujer.
-Es usted Ana Maria, espia de la-- -Ana le tapo la boca.
-Shh! Nunca mas vuelvas a decir quien soy tan fuerte!
-Lo siento. Entonces usted...
-Si, soy Ana Maria, espia de la Guardia Suiza. Asumo que te envio el Comandante si sabes quien soy.
-Si, pero... habia pensado que eras un hombre cuando me dijo.
-Eso es parte de ser un espia. Si el Comandante te envio debe ser importante. No perdamos mas tiempo.
-Si.
-Dime Andrea, ¿de que trata el Codex? -dijo el Comandante bajando la vista de nuevo hacia Andrea- ¿Que es tan horrible que podria destruir a la Iglesia?
-El libro trata sobre... hadas.
-¿Hadas? ¿Esas mujercitas pequeñas con alas que conceden deseos?
-No son pequeñitas, pero si, son esas mismas.
-¿Que puede tener eso de peligroso?
-Si las hadas vuel--
Las puertas se abrieron. El mensajero y Ana entraron a la basilica.
-Tanto tiempo sin verte, Ana -dijo el Comandante.
-Lo mismo digo. -Ana miro hacia el obispo- Vayamos directo al punto. ¿Que sucedio?
-Se han robado un libro muy importante. El Codex Fey.
-¿El Codex Fey? Jamas habia escuchado hablar de el. ¿De que trata?
-No es necesario que lo sepas.
-Creo que deberia estar informada de lo que voy a buscar. Necesito saber.
-Esto es diferente. Mientras menos gente sepa, mejor. Ese libro es demasiado importante para arriesgar mas.
-Como quiera. ¿Se llamaba Codex Fey, verdad?. Bien. ¿Quien se lo ha robado?.
-Un estudioso de por aca llamado Croft. -dijo el obispo
-Croft, Croft... si, creo que lo recuerdo. ¿Hacia donde partio?
-Lo mas probable es que haya salido de la ciudad y se dirija a Aguas Rojas, ya que esta mas cerca.
-Ya veo. ¿Han enviado mensajeros a otras ciudades para alertar?
-Negativo -dijo el Comandante- No hemos enviado a nadie ni se tiene la intencion de hacerlo.
-¡¿Que?! -exclamo Ana e hizo una pausa, pensando que escucho mal, pero no- ¿No planea alertar a nadie? ¿Es que esta loco?.
-Ese libro es demasiado importante. No queremos llamar la atencion ni que nadie sospeche que algo raro pasa. Te lo repito, no sabes lo peligroso que es. Si cae en las manos equivocadas significaria el fin de la Iglesia. Asi de importante es.
-Pero mientras antes atrapen al tipo que lo tiene mejor, asi no alcanza a decirle a nadie.
-Esta equivocada, señorita Ana -dijo el obispo- Croft quiere el libro para propositos personales, no el peor uso.
-Es por eso que vas solo tu, para no levantar sospechas y que Croft no se de cuenta.
-...Ok. Una vez que tenga el libro, ¿que hago con el? ¿Le asesino o le traigo vivo?
-... -El obispo se mantuvo en silencio.
-...Solo si es necesario. -dijo el Comandante con un tono frio y serio.
Kyrie eleison; Kyrie eleison; Kyrie eleison...
-Entiendo. Me retiro ahora mismo.
Ana salio de la basilica y se monto en su caballo. Partio hacia Aguas Rojas, a buscar aquel misterioso libro.
-Tu, mensajero.
-¿Si Señor?
-¿Cual es tu nombre?
-Michael.
-Bien Michael. No quiero que digas ni una palabra sobre lo que ha pasado este dia. Los eventos oficiales son que una persona desconocida ataco al obispo y luego huyo.
-Si Señor.
-Bien, puede retirarse.
El mensajero salio de la basilica tambien. El Comandante miro al obispo, que parecia estar sufriendo mas.
-¿Te encuentras bien?
-Creo que... necesitare un doctor.
El Comandante llamo a los monjes y los envio a buscar a un medico.
-Carlos... ¿que piensas hacer ahora?
-Hare que mis unidades busquen en la ciudad a Croft, para mantener los eventos oficiales creibles.
-Ya veo...
-Por ahora descansa Andrea. Cuando estes mejor volvere para seguir hablando contigo. Aun tengo algunas dudas.
-Toma... -el obispo le entrego una llave- Es la llave para el Archivum. Alla hay un antiguo libro de la Iglesia que ya no esta en circulacion y contiene la lista de libros prohibidos por la Iglesia, asi como informacion detallada sobre ellos. Es el Index Librorum Prohibitum. Si puedes encontrarlo te sera de gran ayuda.
-Gracias.
Pronto llegaron para llevarse al obispo para tratarlo. El Comandante se quedo solo con la llave del Archivum. Y luego empezo a llover.
El Comandante volvio a mirar arriba, a los vitrales, vio como el agua caia dejando su rastro por los vidrios. Sentia que algo malo iba a pasar.
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I wonder how the hell i though all this stuff up ºJº _________________
